Los obreros revocaron las paredes, el techo e hicieron el suelo de la biblioteca.
Justo después de que terminaran su trabajo, la lluvia se coló por las ventanas desprotegidas del aula; inundándolo todo.
¡Así es como llueve en Ghana!
Chaparrones intensos e intermitentes, el agua cae como si el cielo se desahogara en cuestión de minutos y se quedara a la espera retomando fuerzas para volver a la carga.
Para evitar otra inundación nuestra prioridad fue comprar persianas para cerrar las aberturas. Los alumnos están acostumbrados a que entre agua en las aulas cuando llueve, especialmente durante los meses de estación lluviosa que van desde Junio a Septiembre.
¡Cuando llueve en la escuela se nota! Sobretodo por el estruendoso ruido provocado por la fuerza de la lluvia al chocar contra el techo de chapa.
Cuando diluvia en Ashaiman; el agua se cuela por las grietas de las paredes, entra por los desniveles del terreno, cae desde los huecos del techo mal construido y por supuesto, se mete por todas las aberturas que sirven de ventilación porque éstas están hechas de ladrillos pero no tienen cristales, ni persianas ni cortinas que las protejan del exterior.
¡¡¡Imaginen lo que durarían los libros de la biblioteca con la próxima lluvia!!!!!
Así fue, que encargamos con urgencia unas persianas hechas de un material plástico muy resistente que permitiría el paso de la luz y el aire. Una vez que acabamos con ese asunto, encargamos la estantería, los pupitres y las sillas a dos carpinteros locales de Ashaiman.
La madera la trajeron de Kumasi, una región del interior del país, que tiene fama por la calidad de sus materias primas y artesanías.
La alegría de los niños cuando vieron los muebles y la nuestra al ver que todo encajaba perfectamente en su lugar, nos animó a comenzar con las labores de pintura.
Fue un trabajo en equipo: profesores, amigos y alumnos pintamos las paredes de color azul cielo, que es el mismo color de los uniformes del colegio y el techo blanco.
Gracias al talento de un gran amigo artista Fahiz, quien dibujó y pintó los diseños decorativos, la biblioteca fue tomando forma y el aula se llenó de color.
Debajo de la pizarra, dibujó varias escenas cotidianas de la rutina que viven los habitantes de cualquier pueblo ghanés: la típica casa de adobe, un árbol como punto de reunión; las mujeres preparando la comida, transportando cosas en la cabeza, y cargando sus bebés en la espalda; los niños cuidando a los animales y los hombres trabajando en otras labores.
En la pared del fondo, Fahiz pintó un bonito árbol con hojas de colores, de cuyas ramas cuelga una jaula de hierro con la puerta abierta por la cual se escapan volando unos pájaros.
Ésto simboliza nuestra búsqueda de la libertad, la búsqueda del conocimiento, la apertura de nuestras mentes generalmente encerradas en nuestra propia ignorancia que aparece representada por esa jaula. Una jaula, en la que en cierta medida, todos estamos atrapados hasta que podemos salir por medio de la educación, el conocimiento y la búsqueda interior del sentido de nuestra propia existencia.
La lectura de buenos libros, es uno de los caminos que nos ayuda hacia esa liberación.
Los buenos libros pueden llenar nuestros corazones con buenos sentimientos y deseos, con nobles ideales y solidarias intenciones, que nos ayuden a mejorar el entorno en el que nos movemos y la forma en la que decidimos vivir esta vida.
Por muy dura que sea la realidad que nos rodea, el conocimiento y el formarnos mejor como personas libres, respetuosas y con valores; ayudará siempre a que podamos observar nuestras circunstancias, desde una perspectiva mucho más amplia que si lo hacemos desde la ignorancia, el embrutecimiento o el analfabetismo.
Leyendo no sólo se adquiere conocimiento, se desarrolla la imaginación, o se estimula nuestro cerebro; sino que también nuestro espíritu se enriquece.
Las mañanas y las tardes enteras dedicadas a las labores de pintura en esta biblioteca, fueron un momento de mucha alegría para todos los que trabajamos con tanta ilusión en este proyecto.
Así iban pasando los días. Casi sin darme cuenta, se acercaba mi fecha de regreso a Málaga.
En Ghana se hace de noche pronto. El sol cae en picado a partir de las seis de la tarde. Ésto era otra dificultad añadida ya que sin electricidad en el edificio era imposible quedarnos hasta después de esa hora, pintando, limpiando o adelantando trabajo para el día siguiente. No hay mucho que hacer cuando el sol se esconde!!! toca irse a casa y esperar hasta el día siguiente: eso sí, bien temprano arriba ya que amanece a las 5.30am.
¡¡¡Finalmente los libros!!!! Llegó el momento de comprar los libros para las distintas secciones que tendría nuestra biblioteca. ¿ Pero dónde comprarlos? teniendo en cuenta lo caros que son y las pocas tiendas de libros privadas que hay.
Comprarlos fuera de Ghana implicaría tener que pagar el transporte (ya sea por barco o por avión) y el precio sería imposible para nuestro presupuesto.
Es curioso como ante una dificultad como ésta, el deseo de culminar el proyecto se triplica y el objetivo colectivo se convierte casi en una obsesión: no pensábamos más que en los libros de la biblioteca: ¿Cómo, dónde y cuándo los conseguiríamos?
A tan sólo unos días de nuestro viaje de regreso, la meta era encontrar libros que realmente aportaran valor a la formación de nuestros alumnos y que realmente enriquecieran su educación.
Se dice que el mundo es un pañuelo y que estamos todos conectados.
Pues, curiosamente en estos momentos de incertidumbre, tuvimos la gran fortuna de encontrarnos con el Padre Jorge del Instituto Don Bosco en Ashaiman; quien generosamente donó unos 1.500 libros de texto y actividades de distintas asignaturas como Geometría, Matemáticas, Álgebra, Lengua y Literatura, Arte, Ciencias Naturales, Física y Biología. Con esta enorme cantidad de libros llenamos todos los armarios de la escuela. Tras clasificarlos por nivel, los repartimos entre los alumnos, los profesores, y el resto los colocamos en la biblioteca, en estanterías como libros de ejercicios o de consulta.
La ayuda del Padre Jorge, vino como regalo del cielo en el momento que más lo necesitábamos. Esos libros que donó a nuestra biblioteca, son de una calidad tan grande y de un contenido académico tan actualizado, que sería impensable poder conseguirlos en los pocos almacenes que venden libros en Ghana e imposible poder comprarlos en otros países y pagar por su transporte.
Con el dinero de las donaciones que nosotras las voluntarias, recibimos por parte de nuestros familiares, amigos, y personas que apoyaron el proyecto; pagamos toda la obra de remodelación del aula, las ventanas,los muebles ( pupitres, bancos, sillones, pizarra, estantería), la pintura y la puerta de madera con cerradura de seguridad para que la biblioteca quede protegida cuando la escuela cierra.
Compramos también todos los libros de las las distintas secciones de la Biblioteca General : Animales, Vida en el Mar, Países y Lugares del Mundo, El Universo, El Cuerpo Humano; Religiones, Novelas,Historias, Cuentos Infantiles y Biografías.
Los compramos en el almacén de libros de la ONG 'Ghana Book Trust', una organización no gubernamental que vende a un precio asequible libros de primera calidad, adaptados a los temas de actualidad y a los currículums académicos de las mejores universidades y escuelas a nivel internacional.
Trabaja con editoriales e instituciones que envían estos libros a países donde escasean y hacen mucha falta, para que sean suministrados gratuitamente a escuelas rurales necesitadas o vendidos a un precio asequible para uso particular, en las tiendas que tienen reguladas.
Compramos cientos de libros en Ghana Book Trust, y luego ampliamos nuestras secciones comprando algunos ejemplares interesantes en librerías privadas, tanto del barrio como del centro de Accra; para poder completar nuestra biblioteca con libros que hablaran sobre la evolución del ser humano desde sus orígenes prehistóricos, la reproducción humana, el funcionamiento del cuerpo humano y sus enfermedades; el espacio, el sistema solar y el cambio climático; así como otros libros que hablan sobre la esclavitud y sus consecuencias, la Segunda Guerra Mundial, el holocausto judío, las dictaduras europeas, el comunismo y los conflictos terroristas actuales.
Otra sección muy interesante se armó con libros sobre las distintas religiones del mundo y su evolución hasta nuestros días, y añadimos unos ejemplares de biografías sobre personajes que han marcado la Historia Social ya sea, a través de sus descubrimientos; o por los mensajes que proclamaban o por sus estilos de vida. Algunos ejemplos son: Martin Luther King, Ghandi, Madre Teresa de Calcuta, Einstein, Blaise Pascal, o el primer presidente americano Abraham Lincoln y sus medidas reformistas que ayudaron a la posterior abolición de la esclavitud.
También añadimos libros sobre sociología y psicología infantil, para contribuir a motivar el aprendizaje y la capacidad creativa de nuestros alumnos.
Y así fue como llegó a nuestra escuela otra gran lluvia, pero esta vez no de agua; sino de libros. Se abrió la primera biblioteca de Continental School, la cual esperamos y confiamos que con el paso de los años, siga creciendo en número y calidad de libros para que nuestros alumnos y alumnas llenen sus mentes de conocimiento y mantengan vivas su curiosidad e ilusión. Que nunca pierdan esa sed de saber más... siempre más...
Estoy muy agradecida a todas las personas que hicieron ésto posible, a todos los que nos enviaron dinero, donaron libros o trabajaron físicamente a nuestro lado, en las distintas fases del proyecto; sin su ayuda, su generosidad, su interés y su confianza; este proyecto no hubiera sido posible.
Hoy la Biblioteca de Continental School existe gracias a todos ellos y sus nombres están escritos en las paredes para que siempre acompañen a nuestros queridísimos alumnos, en sus aventuras por el sinuoso camino del conocimiento....
Hoy y siempre.... muchísimas gracias de todo corazón!!!!
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